Cómo afecta el estrés a la salud de tu boca
Publicado el: 01 de Octubre de 2013Cómo
afecta el estrés a la salud de tu boca
El estrés puede
causar complicaciones en la boca, desde caries y bruxismo hasta la aparición
del herpes labial en esos momentos de mayor tensión. Si quieres saber más al
respecto, aquí te contamos porqué estar más tranquilo y relajado te permite
mantener una buena calidad de vida en general, tu boca incluida.
Ya se sabe que el
dolor de espalda o de cuello puede ser provocado por el estrés, así como el
ardor en el estómago o esas terribles jaquecas que no te dejan vivir en paz.
Pero
¿y tu boca qué? ¿Has notado que los brotes de herpes labial te llegan en
esos momentos de mayores complicaciones y tensión? ¿No es en esas
situaciones cuando te despiertas con dolor en la mandíbula por apretar o
rechinar los dientes? Todos esos malestares también pueden ser causados o
exacerbados (aumentados) por el estrés.
Del mismo modo, y
aunque parezcan situaciones completamente desconectadas, estar bajo una
situación de estrés durante mucho tiempo también puede provocar la aparición de
caries. Esto no ocurre por arte de magia, sino por una especie de efecto
dominó: el estrés hace que el sistema de defensas se debilite y eso causa una
disminución de la producción de saliva. Menos saliva implica que los ácidos
aumenten y ataquen directamente al esmalte de los dientes, que es la capa
natural que los protege. De ahí a la aparición de caries no hay más que un paso.
En cuanto a los
brotes de herpes en la boca, éstos pueden reactivarse junto con el mal aliento
(o halitosis) ante una situación de estrés mayor, como por ejemplo tener que
presentar un examen o superar algún desafío laboral. Si bien el herpes
desaparece en poco tiempo y el mal aliento no parece algo grave sino más bien
molesto, éste puede indicar la presencia de alguna enfermedad en las encías que
debilite los dientes. Por eso es importante controlarlo y revisar que no se
presente con otros síntomas como sabor amargo en la boca y enrojecimiento de
las encías (que siempre deben verse de un color rosa pálido).
Por último, el
estrés es el principal causante de lo que se denomina bruxismo, que en pocas
palabras significa apretar los dientes o hacerlos rechinar sin darse cuenta,
especialmente durante la noche. La presión constante sobre los dientes hace que
éstos se desgasten y se debiliten, y si no se corrige a tiempo, es posible que
hasta se rompan (se quiebren) o se caigan más adelante. El tratamiento para
esta condición suele ser el uso de una placa que se utiliza durante la noche.
Si a ti te pasa, no dejes de consultarlo con tu dentista, quien podrá indicarte
el tratamiento adecuado.
Además, no te
olvides de seguir algunos hábitos de higiene bucal sencillos que pueden
ayudarte a mantener tus dientes y tus encías sanos por más tiempo. Los
principales son:
Cepíllate los
dientes todos los días, por lo menos dos veces y siempre antes de acostarte.
También se
recomienda cepillarse la lengua para mantener el aliento fresco, pero no las
encías.
Utiliza hilo o seda
dental por lo menos una vez al día.
Limita los
alimentos azucarados que consumes, sobre todo entre comidas. No fumes ni
mastiques tabaco.
Revisa el interior
de la boca con frecuencia para ver si tienes llagas que no se curan, irritación
en las encías u otros cambios.
Visita regularmente
al dentista, al menos una vez por año, para hacerte chequeos y limpiezas.
Y ahora a esto
puedes sumarle, una vida más tranquila y relajada, sin tensiones y estrés, que
pueden poner en riesgo tu salud en general, tanto física como emocional. Hay
varias maneras de combatir al estrés, si te das cuenta de que no puedes manejar
la situación, lo mejor es tomar la sartén por el mango y pedir ayuda
profesional. Con un tratamiento adecuado podrás vivir más y mejor.
Fuente: Vida y Salud