Las altas temperaturas y la incorrecta higiene dental hacen aumentar las bacterias bucales
Publicado el: 19 de Agosto de 2014Los
cambios en los hábitos de higiene bucodental y de alimentación que se producen
durante el verano, junto con las altas temperaturas, provocan la proliferación
de bacterias en la boca que contribuyen a que se pueda producir un aumento de
patologías bucodentales tales como la caries o la gingivitis que pueden llegar
a causar en el paciente halitosis, sangrado de encías o hipersensibilidad
dental.
Higiene y salud bucodental en verano
Por este motivo,
durante esta época del año, es importante no descuidar la higiene bucodental.
Cepillarse los dientes tres veces al día durante al menos tres minutos
inmediatamente después de cada comida principal y poniendo especial atención en
el cepillado justo antes de acostarse debe continuar siendo una práctica
habitual también en la época estival. Para ello, deberá utilizarse dentífrico
con flúor y una correcta técnica consistente en mover el cepillo desde la encía
hasta el borde del diente, limpiando tanto su cara exterior como interior así
como los espacios interdentales, lengua, encías y carrillos. No hay que olvidar
que el hilo o seda dental es un aliado muy importante para prevenir la caries
interdental por lo que debe utilizarse una vez al día y preferiblemente por la
noche. Además, podría usarse de forma complementaria un colutorio adecuado.
Sin embargo,
durante el verano no siempre puede limpiarse la boca después de comer. En estos
casos, se recomienda si fuera posible- realizar la limpieza justo antes de la
comida. Y de forma excepcional, en aquellos casos de olvidos o en los que la
limpieza no fuera posible, podría recurrirse a los chicles sin azúcar y con
xilitol después de comer ya que aumenta el pH bucal dificultando la acción
agresiva de las bacterias, estimulando la salivación y ayudando a expulsar de
entre los dientes los restos de comida. No obstante, hay que aclarar que el
chicle debe ser el último recurso y que, en ningún caso, sustituye al cepillado
por lo que éste deberá hacerse en cuanto sea posible. Su consumo debe
realizarse de forma moderada, y no deberá masticarse más de 20 minutos, estando
desaconsejado en pacientes con ortodoncia o con determinados problemas en la
musculatura maxilofacial (como el bruxismo). De esta forma, los chicles sin
azúcar y con xilitol, junto con los enjuagues con colutorios, podrían ser
alternativas de emergencia que podrán utilizarse de forma puntual en caso de un
posible olvido o cuando no sea posible realizar una limpieza.
Alimentación y
salud bucodental en verano
Por otro lado,
generalmente en verano se descuida más la alimentación. Se produce un mayor
consumo de bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas, así como de helados
y zumos que generan una serie de ácidos en la boca que pueden llegar a desmineralizar
los dientes y dañar el esmalte dental. Esto hace que la dentadura quede más
desprotegida ante el ataque de bacterias causantes de la caries y que aumenten
las manifestaciones de hipersensibilidad ante la ingesta de alimentos o bebidas
frías. Para contrarrestar esta situación, el Consejo General de Dentistas
recomienda tener una adecuada hidratación del organismo, gracias a la cual se
conseguirá que tanto el flujo como la calidad de la saliva sean los adecuados.
Algo realmente importante debido a que la saliva es el primer elemento
protector de la boca tanto a nivel mecánico como inmunológico. Beber dos litros
de agua al día y tomar alimentos con alto contenido hídrico como las verduras,
hortalizas y frutas ayudarán a que el nivel de hidratación sea el adecuado,
contribuyendo a mantener una buena salud oral también durante esta época del
año.
Práctica deportiva y salud bucodental
en verano
Asimismo, la mayor
práctica de actividades físico-deportivas provoca que los traumatismos sean
también más frecuentes y que el número de casos de pérdida de fragmentos o
incluso de piezas dentales completas aumenten. En estos casos, el Consejo
General de Dentistas aconseja actuar lo más rápidamente posible, conservando el
diente en suero salino, o en su defecto agua, agua con sal, leche, o
manteniéndolo en la boca y acudir de forma urgente a un dentista para poder
llevar a cabo el tratamiento más adecuado.
Del mismo modo, una
mayor actividad física puede provocar la pérdida de hidratación que junto a la
tendencia a respirar por la boca cuando se practica deporte hace que el flujo
salivar disminuya y la boca quede más desprotegida frente al ataque de
bacterias y ácidos. Además, hay que señalar que otros elementos como el cloro
de las piscinas pueden alterar también el pH favoreciendo la desmineralización
de los dientes. Para ayudar a proteger la boca y re-mineralizar los dientes se
recomienda el uso de dentífricos y colutorios con flúor.
Y para quienes
practican deportes subacuáticos, cabe advertir que el uso de boquillas y
snorkel puede alterar la fisiología natural de la boca pudiendo interferir, por
ejemplo, en una ortodoncia fija o provocar dolores de cabeza por las posiciones
anormales y forzadas de la articulación temporomandibular.
En cuanto a la
protección solar, al igual que en el resto del cuerpo, no hay que olvidar
proteger también los labios de la excesiva exposición al sol con un
fotoprotector para ayudar a prevenir así el cáncer en esta parte de la boca.
En cualquier caso,
el Consejo General de Dentistas de España aconseja ir al dentista al finalizar
el verano.
Fuente: PR Noticias