Bruxismo
Publicado el: 10 de Julio de 2014-¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un hábito parafuncional
mediante el cual algunas personas aprietan o rechinan los dientes. Se le llama
parafuncional porque realmente no cumple ninguna función u objetivo específico,
como es el caso de la masticación, sino que en este caso es simplemente el
hábito de apretar o friccionar los dientes.
-¿Existen distintos tipos de
bruxismo?
En líneas generales podemos
identificar dos tipos: el bruxismo céntrico, mediante el cual el paciente se
limita a apretar los dientes, y el excéntrico, en el que la persona aprieta los
dientes al tiempo que realiza movimientos mandibulares laterales como frotando
los dientes inferiores contra los superiores, produciendo ruido y generando un
proceso abrasivo en las superficies oclusales y bordes incisales, lo que se
traduce en cambios anatómicos a nivel de la Articulación Temporo-mandibular y
músculos de la masticación.
-¿Este hábito es frecuente en
algún tipo de personas?
En primer lugar debo referirme a
aquella población ansiosa y estresada, ya que este hábito tiene un componente psicológico
esencial y fundamental. Podemos observarlo con mucha frecuencia en pacientes
adolescentes y adultos jóvenes. De igual manera, en niños, ya que estos no
tienen estructurada una oclusión como tal, debido a la etapa de transición o de
recambio entre la dentición temporal y la dentición permanente. Esta etapa
transicional es la llamada dentición mixta. Debemos señalar que este hábito
parafuncional afecta con mucha frecuencia a esta población infantil, debido a
afecciones parasitarias, por lo cual los padres deben ser alertados e
interconsultados con el médico especialista.
-¿Cuáles son los síntomas más
comunes que un paciente puede presentar?
El paciente puede presentarse a
la consulta confundido, porque realmente no llega a determinar qué le molesta.
Muchas veces la persona consulta porque tiene dolor articular, dolor muscular,
dolor de cabeza, dolor de oído. Puede haber trismus o limitación de apertura
bucal. Estos dolores y contracciones pueden llegar inclusive hasta la zona del
cuello, hombros y parte alta de la espalda, dependiendo de qué tan grave o
severo sea el hábito. Puede haber también sensibilidad dental localizada y/o
generalizada. El paciente puede quejarse de dolor a nivel de oído e inclusive
esta es una causa frecuente por la que la persona visita al especialista, quien
determina y se da cuenta de lo que está presentando la persona.
-¿Cuál es el tratamiento que se
debe aplicar?
El tratamiento tiene que estar
enfocado hacia un correcto diagnóstico de la enfermedad. En principio debe estar
realmente diagnosticado el bruxismo y hay que evaluar si este es diurno o
nocturno. Primero hay que analizar las causas del bruxismo. Se le da una gran
preponderancia al factor psicológico, al estrés y la ansiedad emocional, como
ya mencionamos, que sufren estas personas. También hay factores locales como es
la oclusión y tiene que ver con desarmonías oclusales e, inclusive, mal
posiciones dentarias, contactos prematuros que se puedan presentar en uno u
otro diente debido a restauraciones o rehabilitaciones protésicas defectuosas.
En el caso de la población
infantil se presenta la dentición mixta y la parasitosis intestinal como causas
fundamentales. Hay autores que consideran el bruxismo como una respuesta del
niño al malestar producido por la parasitosis.
Hoy en día existen dos tipos de
tratamientos, el general que está enfocando a aliviar todo este estrés y
ansiedad mediante terapias de relajación, hacer ejercicio y todo el soporte
psicológico y emocional. Por otro lado, el tratamiento odontológico que
llevamos a cabo es la confección de una férula que puede realizarse en
diferentes tipos de materiales blandos o rígidos. En el caso de los infantes es
vital la evaluación oportuna del Odontopediatra para el diagnóstico temprano de
malformaciones y/o mal oclusiones, así como la interconsulta con el Médico
Pediatra.
Es muy importante tener
diagnosticado este hábito en aquellos pacientes que van a ser reconstruidos con
implantes dentales, ya que el mismo puede ser la causa de fracaso de muchos
tratamientos reconstructivos. En este sentido, evaluar la causa de las
ausencias dentales y si el paciente es bruxómano activo. El bruxismo no es una
limitante como tal para realizar estos tratamientos, pero el hábito debe estar
controlado.
En definitiva, este hábito,
aunque no esté presente, no sabemos en qué momento de la vida se instala y su
tratamiento estará orientado y basado en un correcto diagnóstico en el que
podría intervenir un equipo multidisciplinario.
Fuente: Dr. Alberto Arias