Los riesgos de no ir al dentista
Publicado el: 31 de Marzo de 2014La salud bucodental
se ha convertido con la crisis en una de las grandes olvidadas en la mayoría de
pacientes. Al miedo o la pereza de tener que acudir al dentista, se suma ahora
un tercero en discordia. "El factor económico aleja a cada vez más
familias de nuestras consultas".
Así pues, solucionar
un problema sencillo supone un ahorro a largo plazo, al no tener que recurrir a
"operaciones" más complicadas para solucionar esa afección. Ocurre
como con el coche; si uno lo lleva a la revisión cuanto le toca y le cambia los
neumáticos a tiempo, va a funcionar
mucho mejor. Lo ideal es la prevención para corregir cualquier indicio.
Las caries, en el
caso de los más pequeños, y las infecciones de boca, rotura de muelas o el
desajuste de prótesis, en el caso de los mayores, son algunos de los problemas
más comunes derivados de esta "dejadez" en materia de salud
bucodental. Para evitar este tipo de afecciones, los odontólogos aconsejan acudir a revisiones periódicas, al
menos, "una vez al año". De hecho, es preferible tener que realizar
una intervención sencilla -en la que ni siquiera es necesario utilizar
anestesia- a recurrir a lo complicado.
La principales
afecciones
Infecciones
El llamado
"dolor de muelas" alerta en la mayoría de los casos de una infección.
Si uno tiene un agujero en una muela y se descuida, este progresa hacia el
interior pudiendo afectar al nervio, que se inflama y se infecta.
Rotura de muelas
Este mismo problema
puede derivar a su vez en una rotura, que se produce cuando esa pieza dental
está muy agujereada por dentro y al quedar hueca esa zona, se quiebra al
masticar.
Cáncer de boca
Los expertos
matizan que no es esta una de las afecciones más comunes, pero sí podría ser
también una de las consecuencias del descuido de la dentadura. Una prótesis que
se está desajustando, al moverse constantemente puede producir roces en la
encía y ese roce constante desencadenar lesiones mayores, que podrían derivar
en algún caso de cáncer de boca.
Bruxismo
La ansiedad y el
estrés explican en gran medida el origen de esta patología cada vez más común,
que supone que la persona rechine o apriete los dientes de manera consciente,
durante el día o inconscientemente por la noche. En consecuencia, advierte este
odontólogo, se pueden producir erosiones, desgaste e incluso fractura de
dientes. ¿La solución para esto? Intentar que la persona se tome la vida con
más calma y ayudarse, si es necesario, de unas férulas de descarga que se
colocan en la boca para romper ese círculo de apretamiento entre muela y muela.
Problemas
digestivos
Por otra parte, el
desgaste de las muelas o la falta de estas provoca que quienes lo sufren
"desgasten" más los dientes, al tener que recurrir a estos para
triturar los alimentos. Lo conveniente es masticar para que el alimento pase ya
triturado, pero si nos faltan muelas lo que hacemos es engullirlo, de forma que
este llega en unas condiciones que no son las apropiadas para que el proceso
digestivo sea el fisiológico.
Caries
Esta es una de las
afecciones más comunes en la infancia y es el pediatra, en la mayoría de
ocasiones, el que se encarga de detectarla y derivar al niño al dentista. Hoy
en día tenemos a los niños mucho más controlados y acostumbramos a los padres a
llevarlos a revisión.
Fuente: Heraldo